Tecnología para cultivar pepinos en invernadero.

Los pepinos de invernadero, por regla general, tienen un sabor muy inferior al de los pepinos cultivados en un jardín al aire libre. Hoy en día, la variedad de variedades facilita el cultivo de pepinos. Las variedades sin pretensiones no requieren mucho esfuerzo para crecer.

La tecnología para cultivar pepinos en un invernadero es algo diferente a la del cultivo en campo abierto, pero si todo se hace correctamente, se pueden cultivar productos bastante decentes. Para obtener una buena cosecha, debe saber que este cultivo ama mucho el espacio, por lo que los pepinos, incluso en condiciones de invernadero, deben crecer a cierta distancia entre sí. A los pepinos, como a todos los seres vivos, les encanta el cuidado y la atención.

Las semillas se siembran alrededor de marzo, para ello se preparan macetas con tierra fértil, cada una de las cuales contiene una semilla. El diámetro de la maceta debe ser de al menos 8 cm. La germinación de las semillas de pepino se produce mejor a una temperatura de 20 a 25 grados.

La tecnología para cultivar pepinos en invernadero incluye varias etapas: plantación, cuidado y cosecha.

Una vez que las plántulas han crecido, se transfieren a macetas de mayor diámetro (unos 12 cm). Los pepinos son muy sensibles a las corrientes de aire, por lo que conviene protegerlos de los cambios de temperatura a principios de la primavera, para ello a menudo se crean compartimentos protectores. Una vez que los pepinos comienzan a crecer activamente, se deben regar abundantemente, evitando el encharcamiento excesivo del suelo.No estaría de más fertilizar los pepinos con un fertilizante especial.

El brote principal está atado al soporte, en la parte inferior, a una altura de aproximadamente medio metro, es necesario pellizcar los brotes laterales. En condiciones de invernadero, los pepinos crecen muy rápidamente, por lo que ya en mayo se puede obtener la primera cosecha y recolectar frutos hasta octubre. Es mejor cortar los pepinos con tijeras de podar para no dañar los tallos.