Enfermedades del ajo

El ajo se cultiva en muchos países del mundo. No sólo añade un toque picante a varios platos, sino que también se utiliza como antiséptico con fines medicinales.

Cultivar ajo en tu casa de verano, así como su posterior almacenamiento, requiere experiencia y conocimiento, ya que este cultivo puede verse afectado por diversas plagas y enfermedades.

Las enfermedades del ajo pueden afectar no solo a los dientes de ajo, sino también a las hojas e inflorescencias de la planta.

La roya se considera una de las enfermedades más peligrosas. Infecta las hojas de ajo, cubriéndolas con las llamadas almohadillas convexas de color amarillo claro, que posteriormente se vuelven negras. Si no se previene a tiempo la aparición de óxido, las hojas se secarán prematuramente y la planta morirá.

Otra enfermedad común y peligrosa es la pudrición del cuello, cuyo agente causante es un hongo. Además, la infección primaria se produce antes de la cosecha debido al acame de las hojas, en el que se desarrolla el agente causante de la enfermedad.

El daño al ajo por pudrición blanca puede ocurrir durante el período de maduración o durante el almacenamiento. La enfermedad se manifiesta en el amarillamiento de las hojas verdes jóvenes y su posterior muerte. Y el ajo se vuelve aguado y se pudre.

Almacenar ajo a altas temperaturas (más de 20 grados) provoca una enfermedad fúngica llamada moho negro.

El mosaico del ajo es una enfermedad viral. El virus infecta las inflorescencias y hojas de la planta en forma de mosaico.

Cuando aparecen los primeros signos de cualquier enfermedad del ajo, se deben tomar todas las medidas necesarias para eliminarla.