grosella alpina

Las grosellas alpinas son perfectas para decorar y disfrutar de deliciosas bayas. La planta es un arbusto ornamental y puede crecer hasta 2,5 m de altura. Cuando se cultiva, el arbusto no es exigente con el suelo, por lo que puede crecer incluso en zonas rocosas, resiste las sorpresas climáticas, es resistente al invierno y no teme a la sombra.

Las plántulas de grosella alpina son fáciles de trasplantar, pero necesitan fertilización. Para la propagación se toman esquejes o semillas verdes.

A los arbustos se les puede dar forma mediante poda, lo que toleran con bastante facilidad. Cuando se planta en grupos se obtienen setos decorativos muy bonitos. Los jardineros experimentados crean figuras topiarias de tamaño pequeño y mediano.

Variedades de grosella alpina:

  • Ribes alpinum se distingue por flores de tamaño mediano, tiene hojas pequeñas que se ajustan firmemente a los tallos, lo que permite cortar bolas o formas complejas;
  • Ribes alpinum L con pequeñas hojas trilobuladas sorprende en otoño con una paleta de colores de tonos rosas, amarillos pálidos y ocres. Hay Pumila de hojas pequeñas de crecimiento bajo, Aurea enana con hojas doradas y Laciniata con estructura de hojas disecadas.