Grosella alpina: creada para setos

grosella alpina muy extendido, puede crecer entre otros arbustos, en bosques, a lo largo de orillas de ríos, en llanuras, montañas y rocas. Se trata de un arbusto muy bonito con brotes marrones, cuya altura a veces alcanza los tres metros y por ello las ramas inicialmente rectas caen formando arcos verdes. Las flores son verdosas, pequeñas y los frutos son esféricos, rojos, se ven muy hermosos en el contexto del verdor oscuro del arbusto, pero completamente insípidos.
La grosella alpina es resistente al viento y al invierno, pero no le gustan las altas temperaturas ni la sequía, puede crecer en la ciudad, pero se siente mejor fuera de ella. Los arbustos requieren suelos no secos, alcalinos o acidificados.
Las grosellas alpinas se cultivan para setos., el arbusto es perfecto para el corte de topiario, de él se pueden recortar las formas más simples y formas intrincadas e inusuales. El arbusto se utiliza en plantaciones grupales, tenias, borduras y setos.
La grosella alpina tiene varios tipos y formas, las hay enanas con hojas pequeñas u hojas amarillas u hojas dentadas y arbustos altos y voluminosos, que son muy adecuados para una variedad de diseños paisajísticos.
El arbusto se propaga por semillas, esquejes lignificados o acodos. Los arbustos pueden ser atacados por pulgones, arañas rojas y óxido; se pueden controlar rociándolos con un insecticida y fungicida.
En los primeros años después de la siembra. Es recomendable aplicar fertilizantes nitrogenados en abril y Cada otoño debes agregar abono a cada arbusto.. Cada primavera es necesario aflojar el suelo y podar los arbustos, eliminando las ramas viejas y afectadas hasta la base.