Plantar grosellas y cuidarlas.

La grosella negra es una de las bayas favoritas de nuestros jardineros. No sólo tiene un sabor original, sino que también es muy saludable porque contiene mucha vitamina C, además de vitamina K, E, betacaroteno, ácidos orgánicos, azúcares, pectinas, taninos y microelementos. Debido a la amplia distribución de este cultivo, plantar grosellas y cuidarlas es bien conocido por cualquier veraneante y no supone ninguna dificultad. La siembra se realiza a principios de primavera o finales de otoño.
Primero, debe cavar hoyos para plantar a una profundidad de aproximadamente 0,5 metros, verter en el fondo un balde de humus y 100 gramos de superfosfato mezclado con tierra, si está disponible. A continuación, colocamos la plántula en el hoyo, enderezamos las raíces, llenamos el hoyo para profundizar el cuello de la raíz en 5 centímetros, esto formará raíces adicionales y el arbusto quedará más grueso. Luego regamos la tierra alrededor del arbusto y la cubrimos con humus o al menos tierra. Pero cuando se plantan grosellas negras, puedes empezar a cuidarlas. En primer lugar, es necesario regarlo en tiempo seco, en segundo lugar, aflojar la tierra alrededor del arbusto y, en tercer lugar, cortar las ramas viejas en el otoño.
Esta planta se alimenta con purines o excrementos de pájaros diluidos, se les puede agregar ceniza de madera. Entre los fertilizantes minerales, las grosellas necesitan nitrato de amonio, superfosfato y sales de potasio.Desafortunadamente, las grosellas negras son susceptibles al mildiú polvoriento y a los ácaros de las yemas, por lo que conviene inspeccionarlas periódicamente y tratarlas con preparaciones de azufre o decocciones de plantas venenosas. Los riñones afectados por ácaros se recogen a mano y se queman.