Mora

Las moras tienen un sabor excelente y valiosas propiedades medicinales. La planta no tiene pretensiones, tolera bien el invierno, rápidamente comienza a dar frutos, produce una buena cosecha y es resistente a las plagas. Las bayas no son muy grandes, brillantes, negras y jugosas. Los arbustos de mora suelen crecer hasta 2 my tienen pequeñas espinas.

En el cultivo de moras, los más habituales son los híbridos tras un cruce natural y artificial. El suelo debe prepararse en primavera desenterrando y destruyendo las malas hierbas. Al plantar, es necesario mantener una distancia entre plantas, que debe ser de al menos 2 m, y cuando se forma en abanico, hasta 2,5 m.

Una vez completada la fructificación, debes desenroscar las ramas viejas y luego cortarlas hasta la base. La poda posterior requiere la eliminación de ramas que ya han producido frutos para ser sustituidas por nuevos brotes.

El cuidado de las moras consiste en aflojar periódicamente la tierra hasta una profundidad de unos 7 cm, cavar en otoño y aplicar fertilizante. A principios de la primavera, se retiran las ramas secas y rotas y se cortan las viejas. Las moras comienzan a dar frutos 2-3 años después de la siembra.