Plantación eficaz de tomates en invernadero.

Cultivar tomates en su propia parcela requiere el cumplimiento de ciertas condiciones. Mucha gente, especialmente en zonas con veranos largos y no demasiado calurosos, cultiva tomates en invernaderos. Después de todo, es precisamente una habitación así, cerrada a la influencia de condiciones climáticas adversas, la que le permite obtener una buena cosecha de tomates.
Pero plantar tomates en invernadero tiene sus propios matices. Lo mejor es plantar plántulas de tomate en un invernadero en la primera o segunda década de mayo. A esta hora, la temperatura nocturna todavía es bastante baja y durante el día es posible que el termómetro no suba mucho. Al plantar tomates en un invernadero en ese momento, es necesario cubrirlos con una segunda capa de película, lo que creará condiciones adicionales para crear las condiciones necesarias de temperatura y humedad. Esta película superior se puede quitar a principios de junio, una vez que las temperaturas nocturnas sean lo suficientemente cálidas.
Otra característica especial de un invernadero diseñado para el cultivo de tomates debería ser la ventilación. Si el aire está viciado y demasiado húmedo, las plántulas de tomate, como las plantas adultas, pueden morir.
A lo largo del invernadero se hacen camas para plántulas de tomate, su número dependerá de su ancho. Lo más conveniente es hacer camas para plántulas de tomate de 80 centímetros de ancho. Así se sigue el patrón de siembra de tomates para una mejor cosecha, y con tal ancho los lechos son convenientes de procesar.
La tierra para tomates en invernadero debe prepararse tres días antes de plantar. Debe ser fértil y ligero.Además, para prevenir enfermedades, el suelo se puede verter con agua caliente (50-60 grados) con permanganato de potasio (1 gramo por 1 litro de agua) o se pueden utilizar preparaciones especiales.
Por supuesto, es mejor plantar plántulas pequeñas, pero si por alguna razón han crecido demasiado y se han alargado demasiado, entonces es necesario profundizarlas al plantar.
Las variedades híbridas y de frutos grandes se plantan a una distancia de 50 a 60 centímetros entre sí.
¡Buena suerte!