Cultivo y cuidado del colinabo.

Antes de la importación de patatas a Rusia por parte de Pedro I, el colinabo era uno de los principales cultivos de hortalizas, por lo que colinabo en crecimiento se llevó a cabo en casi todo el país.
Rutabaga es una verdura bastante valiosa, de alto rendimiento, sin pretensiones y resistente al frío, da buenos frutos en suelos fríos, arcillosos, pesados y en turberas. Por eso sus cultivos se extendieron muy hacia el norte. Básicamente ella es cultura de latitudes medias y septentrionales, pero en el sur del país tampoco es infrecuente plantar colinabo.
Rutabaga se cultiva sembrando semillas directamente en el suelo o mediante plántulas. Las semillas comienzan a germinar a +2+3 grados. El suelo se prepara como para patatas y tubérculos, aflojándolo bien. El día antes de plantar, es recomendable remojar las semillas de colinabo en agua tibia durante aproximadamente media hora, cubrir con un paño y dejar durante 5 a 6 horas en una habitación cálida y luego secar.
A proteger las plántulas colinabo de escarabajos pulgas crucíferos, 3-4 días después de sembrar las semillas, espolvoree la tierra con cal fina o ceniza de madera. Con el método sin semillas, las plántulas de colinabo deben aclararse después de la aparición de 3-4 hojas verdaderas, dejando una distancia entre plantas de 15-17 cm.
Subsecuente cuidado Consiste en desmalezar, regar periódicamente y fertilizar, aflojando el suelo. Como primera alimentación, lo mejor es utilizar purín diluido con agua en una proporción de 1 a 6 o un fertilizante mineral complejo, la segunda alimentación debe contener fósforo y potasio.
El cultivo de colinabo finaliza con la recolección, que se realiza hasta heladas estables. La exposición a temperaturas más bajas reduce en gran medida la vida útil de los cultivos de raíces.