Creciendo y formando un arbusto de tomate.

La formación de un arbusto de tomate es una técnica agrotécnica importante de la que depende la obtención de una cosecha completa.
Las variedades de tomate se dividen en altas y medianas. Al cultivar hortalizas de la primera variedad, es necesario formar un tallo y dejar entre 7 y 8 racimos de flores a los lados. En este caso, el arbusto de tomate estará bien ventilado e iluminado por todos lados.
Los tomates y su cultivo.
Antes de cultivar tomates, estudie los matices básicos. Entonces, esta verdura es bastante exigente con la fertilidad del suelo.
La fertilidad del suelo depende de:
- aplicación de fertilizantes minerales y orgánicos
- la rotación de cultivos
En ausencia de rotación de cultivos, no tendrá sentido cuidar adecuadamente los tomates. Su necesidad se debe a que gracias a la rotación de cultivos, los patógenos no se acumulan en el suelo y no se produce su agotamiento.
Los fertilizantes orgánicos (estiércol, compost, humus) enriquecen la zona con nutrientes, que luego se transfieren a la planta y sus frutos. Deben aplicarse en otoño y también durante toda la temporada como mantillo.
En cuanto a la alimentación mineral, debe ser adicional, no básica.
El riego de los tomates debe realizarse de forma frecuente y fraccionada. La mejor opción es un sistema de riego por goteo. Por cierto, no se deben regar las plantas bajo la luz solar intensa, ya que las gotas de agua que caen sobre las hojas pueden provocar quemaduras y provocar el desarrollo de infecciones por hongos, que tendrán un efecto perjudicial en la cosecha.Se considera que el mejor momento para regar es temprano en la mañana y en la tarde.