La siembra oportuna de rábanos es la clave para una buena cosecha.

sembrando rábanos

Para conseguir una buena cosecha de rábanos es necesario conocer algunos secretos de su cultivo.

  • En primer lugar, la siembra de rábanos debe realizarse dentro de un plazo determinado. Las variedades de rábano convencionales son plantas de día corto; 12 horas son suficientes para que la planta crezca por completo. Los días soleados demasiado largos provocan la rápida aparición de pedúnculos florales; los días demasiado cortos no permitirán el desarrollo normal del cultivo de raíces. La mejor opción es sembrar rábanos en abril o principios de agosto.
  • La segunda regla importante: la siembra de rábanos debe realizarse en camas bien iluminadas, en áreas muy sombreadas las plantas producen copas excesivas y tubérculos de mala calidad. Los mejores suelos para sembrar rábanos son los suelos franco arenosos sueltos, ligeramente ácidos o francos sueltos. No serán muy adecuados los suelos infértiles, sin estructura, las zonas demasiado húmedas o aquellas en las que se haya añadido estiércol fresco en grandes cantidades. A la planta no le gustan los suelos ácidos.
  • Lo mejor es sembrar rábanos después de tomates, pepinos y pimientos.
  • Otro secreto importante es que los rábanos no se pueden desmalezar, aflojar ni aclarar; estos procedimientos provocan el crecimiento activo de las plantas.
  • Los expertos recomiendan elegir solo semillas grandes y completas para sembrar; puede comprobar la calidad usted mismo sumergiéndolas en una solución salina. Las semillas flotantes deben desecharse; no producirán una buena cosecha.
  • Los cultivos de rábano no deben espesarse, ya que esto provoca que las plantas se desprendan. Las semillas se deben sembrar a una distancia de 2 a 4 cm, a una profundidad de 1 cm. En los lechos con rábanos se debe mantener una humedad constante, de lo contrario los tubérculos se agrietarán.
  • Para repeler las plagas que pueden causar daños irreparables a las plantas, es decir, el escarabajo pulga crucífero, es necesario espolvorear las camas con ceniza o polvo de tabaco. Para preservar el cultivo, también se pueden utilizar materiales de cobertura no tejidos.